EL TRABAJO CON EL CUERPO

trabajo con el cuerpo

El trabajo con el cuerpo me fascina, me emociona como a través de un gesto, de una postura, llevando la atención y tomando conciencia, se accede a todo el material  necesario para que puedas nombrar lo que te sucede y dar paso a la expresión.

En el cuerpo está todo escrito. El cuerpo no miente. Mi entrenamiento en observar el cuerpo y dialogar con él me permite acompañarte a encontrar la salida desde un lugar de malestar que se materializa en un dolor, una tensión… hacia un lugar de apertura y cambio.

Y lo más maravilloso es que el cuerpo tiene muchos recursos sanos donde apoyarnos para facilitar esa salida. Ante unos hombros encogidos se pueden encontrar y potenciar unas piernas fuertes y arraigadas que te permiten encontrar la fuerza para salir de ese lugar de encogimiento.

Somos cuerpo. Esto es lo más obvio y tangible. Los pensamientos y las emociones se traducen en el cuerpo. Los pensamientos y las emociones son abstractos y el cuerpo es concreto. Además el cuerpo registra  las experiencias difíciles, pasadas, la historia vital, las vivencias, y se va conformando en una forma determinada que describe y cuenta lo vivido.

Y lo extraordinario es que el cuerpo es plástico y tiene la potencialidad de a través de la expresión y toma de conciencia de lo vivido, transformarse y desbloquear en el presente toda la energía retenida producto de esas vivencias emocionales pasadas y darlas salida y liberarse, quedándose disponible para nuevas experiencias sanas y saludables.

Por todo esto el trabajo con el cuerpo es central en mi manera de hacer psicología, considero el cuerpo como la base material de la psique, por explicarlo de alguna manera. Cada día compruebo como cuerpo, emoción y psique son conceptos indisolubles y funcionan en sincronía.